sábado, 14 de febrero de 2015

Manuel Espejo Jurado, presenta en Madrid su libro "Sabes que..."


Manolo, además de estar casado con mi hermana Lourdes, es una persona de gran sensibilidad  como se aprecia en todo lo que escribe y sobre todo es querido  por quienes tienen la dicha de conocerlo.


Manuel Espejo junto a Francisco Tamajón, autor de las fotografías


Francisco Espejo, autor de la fotografía de portada de libro


Enhorabuena.


Puedes conseguirlo aquí




Así transcurrió el acto de presentación del libro de poemas de Manuel Espejo SABES QUE…, casi doscientas personas se reunieron en el Centro Cultural Tomás y Valiente de Fuenlabrada.

Evento al que asistieron, entre otros,  el Editor del libro Carmelo Segura (Entrelineas Editores) quien hizo alusión al hecho de agotarse el libro en poco más de dos semanas, algo sorprendente e inusual para un libro de poemas y un autor novel . Noelia Salcedo (Periodista) y María José Palacios (autora del prólogo del libro) también elogiaron la obra de su autor, poniendo de manifiesto la belleza y sensibilidad del libro de Manuel Espejo.

Por otra parte, un nutrido grupo de familiares, amigos y compañeros del autor, arroparon en todo momento, a un elenco de magníficos poetas que pusieron voz, colorido y belleza a estos poemas que arrancaron  generosos aplausos y muestras de cariño desmedido que no cesaron durante el acto.

Manuel Espejo dio las gracias y se despidió tal y como comenzó, recitando un poema a su tierra andaluza, “Baena”, lleno de sentimientos y momentos vividos, que vinculan a este poeta cordobés de forma muy especial y que se trasluce en cada uno de sus versos…   

Lourdes Tamajón
13-02-15

Fuenlabrada






Poema que surge una de esas mañanas de inspiración,  corto, dulce, entrañable como si fuese un caramelito que acaba por endulzar un instante.
CUÁNDO…?

Cuando callas, me alimento de silencio,
cuando ríes, se ilumina mi sonrisa,
cuando hablas, eres todo mi alimento,
cuando te olvido, también muere el alma mía.

Cuando respiro, es porque estás a mi lado,
cuando te miro, sé que hasta las rosas te envidian,
cuando te abrazo, podría hundiese el mundo en mil pedazos
y no me enteraría,
cuando estoy dentro de tu regazo, siento que recobro la vida,
cuando te veo pasar, de cuando en cuando,
es como si escuchara música celestial y no sé cuando…

Cuándo llegará ese día…?
Cuándo regresarás a mi lado…?
Cuándo...? Dímelo tú, vida mía...

Cuánto, cuánto, cuánto cuánto…?
Cuánto he de seguir esperando…?

Cuándo llegará ese día…?
Cuándo volverás a mi lado…?

Cuándo…? Dímelo tú vida mía…


Sabes que… (Toñi Palomo)
Es el poema que da título al libro. Está compuesto, como otros muchos a la mujer que comparte mi vida, mis sueños, mis miedos, mis inquietudes…
SABES QUÉ…

Tú eres todo cuanto necesito,
nadie llega a esa altura
desmedida de integridad,
a esa verdad escondida en tu rostro,
ternura ciega con la que amas,
gesto descuadrado
para rechazar lo que no encaja,
rutina que tú haces diferente…
Sabes qué…
Puedo perderme en esa mirada,
profunda y serena de océano
que pocos han visto,
descubierto cuanto esconden
y se trasparenta,
en cada movimiento orbitado,
sensible a la luz ultravioleta,
por eso ocultas su belleza,
su magia, su plenitud de mujer…
Sabes qué…
Nada es igual sin tu presencia,
y yo… yo no sé…
ser libre sin tus manos,
pintarte en la imaginación,
encaramarme a tu boca perfecta,
a tus palabras teñidas de simpatía del sur
y aromas nocturnos de nuestra tierra.
Te conocen y me acurrucas en ellos,
mientras se funden en uno.
Se eriza tu piel de nácar,
moteada de estrellas,
caídas de un universo cercano,
bellísimos puntos acaramelados
que saboreo en cada beso silencioso
que poso en tu cuerpo, venero,
sin más sentido que el de buscarte.
Sabes qué…
Adoro tu autenticidad,
tu clase armónica en movimientos,
la mezcla de gracia y dulzura
que pones al hablar,
lo invisible y todo cuanto se escapa,
no sé explicar,
ni verter en papel,
pintar en un lienzo,

o plasmar en un verso…


 Enrique Díaz-Mayordomo Palacios filmando la grabación del acto



Provocación… (Jesús Martínez)
Aquí se reflejan las inseguridades del ser humano, sus debilidades los caminos que te atraen, tientan y luego son un infierno para recuperar lo perdido… Hay veces, la gran mayoría en las  que no hay vuelta atrás.
PROVOCACIÓN

Y  ahora…¿Por qué me lo preguntas?
Qué has visto en mi rostro,
qué pieza no encaja en tu sueño,
qué palabra inoportuna fue a herir tu voluntad,
qué silencio me he guardado y precisas rescatar,
qué vacio necesitas para llenar el tuyo propio,
qué promesa no cumplí,
qué  viento me empujo hacia otro lado,
quién me apartó de tus interrogantes,
quién, quién lo hizo.
Quién selló tu boca de besos en mi ausencia,
sembró en el campo que yo cultivaba,
mordió la fruta que hoy envenena mi sangre…
¡Calla y no provoques mi paciencia!
ni me sonrías con otra intención,
ni deslices las manos sobre tus muslos ardientes…
sabes que… me pierdo en el deseo
y luego, luego llega el remordimiento,
me vacio de mi mismo,
sin contemplaciones ni miramientos.
No pases el aroma de tus dedos por mi boca,
no te inclines sobre mi cuello tembloroso,
árido, como desierto que recorre mi espalda.
No me dejes estremecer con tu lengua,
ni me pidas perdón, ahora que mi voluntad se quiebra,
ahora que mi cerebro no cuenta,
que los instintos juegan despiadados
y absortos de reproches,
inéditos, como todas las veces
que sin querer rocé tu piel…
¡No me digas ahora que lo sientes!
cuando ni yo mismo me creo mis lamentos,
cuando me has vencido en mi propio campo de batalla
y te has quedado con todos los latidos
que agitan mi cuerpo,
después de embriagarme con tus juegos,
de enseñarme algún camino por el que nunca transité
y ahí me he perdido, sin recordar tu nombre…
me dejé llevar por tu aliento,
perverso, invasor de mi boca,
infractor de los códigos más nobles,
huidizo de madrugada, caprichoso,
en busca de alguna intención
que otra vez no contemplé…
Y ahora…Qué puedo yo preguntarte?
Yo, que me colgué enseguida de tu aroma,
y al día siguiente,
me arrepiento de forma indefinida,
sí, me arrepiento,

pero cuando no estás tú delante.



Entrar en la Fuente (Marian Oller)
Dedicado a Fuenlabrada y sus fuentes, concretamente a las de las escaleras y con la que nuestra compañera y amiga Marian, tiene un especial vínculo. Ella ganó el primer premio de narrativa 2014, “La Fuente de las amistades”. La asemejó a las tres gracias de Rubens y quien mejor que ella para disfrutarlo...
Una fuente en la que se puede entrar, entrar y sentir sensaciones…
ENTRAR EN LA FUENTE

Entrar en la fuente que da vida,
calor aplastante de verano que sofoca,
frescor indefinido  y terminaciones ansiosas,
de tocar tus montes, tus valles, tu ombligo
y seguir el camino prohibido,
en el mapa de una geografía jugosa,
con juegos que descolocan,
el gusto, la vista, mi olfato, mi oído
 y mi tacto, que también se desboca,
siguiendo el rastro del agua en tu piel,
que mi sed provoca,
apaga a la vez y arranca notas,
de música y placer,

a la orilla de tu boca.


Olivos (Vicente Sánchez Aguirre)
Poema corto, profundo y dedicado a un elemento que forma parte del paisaje andaluz, sin él, sin su estampa, sin su aceite, el de Baena, no se concibe a nuestra tierra…
Puesto en la voz de Vicente, que cuando recita es como si sonase una melodía, suave, romántica…
OLIVOS


Haz de verde aceitunado,
que de plata por el envés te viste
y arropas el fruto
entre las ramas de tus brazos,
sobre un tronco retorcido
que su cintura ciñe,
mientras se aferran a esta tierra blanca
con fuerza tus raíces,
regadas con sudor
y sangre de tus manos
y con las lágrimas,

de tus momentos más tristes… 

Caen las sombras (Mariano Cámara Cepeda)
La naturaleza, siempre agradecida, regalándonos amaneceres, dándonos  los buenos días, siempre expectante de nuestras miradas; ella nos devuelve belleza y nos muestra sus frutos, mientras la tierra se deja acariciar, pisar y esperará paciente otro instante… por suerte, será inesperado…
CAEN LAS SOMBRAS


Caen las sombras sobre la tierra,
se derrama la luz generosa,
la recibe agradecida,
se manifiesta fecunda,
parece que sonríe cuando florece.
Lágrimas trasparentes de rocío
salpican la aurora,
con lentitud parsimoniosa
se va vistiendo de verde,
se despide una estación y llega otra,
como la vida que nace y se multiplica.
A la muerte, no habrá que llamarla,

vendrá sola…



Algún día me iré (Rosa Márquez)
Todos pensamos que hay momentos que no llegan,  cuando eres joven, la vejez,  cuando amas, el desamor, cuando se acerca la muerte, el arrepentimiento de tus errores…Rosa Márquez nos presta su voz para plasmar estos sentimientos…

ALGÚN DÍA ME IRÉ 

Algún día me iré,
algún día el cansancio será mi enemigo,
algún día mi voz se llenará de silencio,
se callará sin reservas,
se consumirá en la espera,
paladeando palabras que aún recuerdo,
empapadas de nostalgia
y todas aquellas de las que me olvido.

Algún día me iré,
con mi soledad, sin que elija yo el camino,
aquel que un día sembré de esperanza,
alimenté con errores,
bebiéndome el elixir de todo lo indefinido.
Me sacié de besos,
me dejé llevar en un cruce de caminos,
me perdí por dentro, descolgué mis gritos,
me jacté de mis propios desaires,
bebí de otros pechos prohibidos.
Acaricié nombres que quemaron mi aliento,
vacié mis manos de caricias,
retiré con insolencia la mirada,
me quedé por dentro vacio
y por fuera los sentidos…,
ya no contaban,
no sentían el tacto prohibido,
no miraban mis ojos lascivos con ganas,
no saboreaba bocas  pintadas,
ni tan siquiera escuché tu llamada,
susurrando  mi nombre al oído,
ni aspiré con deseo tu fragancia,
ni me emborraché de rosas y vino.

Algún día me iré,
minúsculo,
como grano de arena que colma el desierto,
efímero como un suspiro,
frágil como rama que dobla el viento,
o como el reproche de tu mirada,
que duele en lo más profundo del alma,
sin que pueda detenerlo.

Algún día me iré,
vacio, por fuera y por dentro,

vacio...


Con que puedo quedarme (Juan Gálvez)
Rociero, eterno caminante de los caminos sin dueño.
Juan es nuestro amigo y la amistad un sentimiento que traspasa fronteras. Aquí se refleja el dolor del corazón cuando se van los amigos y las preguntas sin respuesta, que todos en algún momento de nuestra vida nos hacemos…
CON QUÉ PUEDO QUEDARME…?


Te has ido de repente, sin avisarme,
sin tan siquiera dar cuenta de tus intenciones,
todo en ti se ha vaciado, tan deprisa,
que no sé escoger, ni siquiera el recuerdo
que quiero perdure en mi memoria.
Me viene tu voz apagada,
balbuceando alguna palabra inconexa,
o a mí, así me lo parece,
agudizo mi oído, deseo comprender,
descifrar lo que me pides con tu mirada hiriente.
Ya no la reconozco,
me viene esa chispa sarcástica
y guiños llenos de complicidad,
me viene tu idea de futuro hecho añicos,
desmenuzado antes de tiempo
y algún consejo de viejo prematuro,
audaz y desvergonzado.

Con qué puedo quedarme…?
Borré mi sonrisa para quedarme
con la tuya y no la hallé,
vacié mis lágrimas
y pudo más la impotencia.
Me vi desarraigado de tu compañía,
casi de forma insolente y  un desapego
que me resultaba extraño, hiriente,
evitando mis reproches,
que me los mordí todos, uno a uno…

Con qué puedo quedarme…?
Has dejado en el camino tanta soledad…
¿Eso es lo que quieres que escoja?
Un trozo de ese despojo humano
que apenas es sombra,
un trozo de un todo que se siente arrebatado,
tal vez, por una inconsciencia tuya,
la de abandonarnos.
Te imaginé luchando con todas tus fuerzas,
pero… no fueron suficientes,
no funcionó la estrategia.
Se desbarató tu mundo
y el de otros, tardará tiempo en levantarse.
Ya eres polvo
y no sé en  qué camino quieres  quedarte,
con qué peregrino adherirte a su piel,
qué canción quieres que cante,

con qué luna y con qué sol,

para intentar recordarte…


Un instante que no quiero perderme. (Lourdes Tamajon)
La vida está llena de todos esos instantes en los que cualquiera nos vemos inmersos.
Los hay duros y también hermosos y tiernos como el que vive la abuelita Lourdes una tarde cualquiera, de esas en la que se encuentra a una madre amamantando a su hijo, nuestro pequeño Fran, nuestro nieto…
Vaya para él este momento que jamás olvidaremos.
UN INSTANTE QUE NO QUIERO PERDERME

La boca posada en el pecho de su madre,
la ternura invadiendo el espacio,
succionando la vida con chupetones diminutos,
tibios, dulces,
mientras se cuela la voz de su abuela
en la penumbra primaveral del mediodía.
Es como una ráfaga de brisa
que le hace girar la cabeza al chiquitín,
suelta un instante su teta para sonreír,
mirar a su madre y luego a la abuela
y otra vez agarrarse a la vida,
a ese pecho bendito que le da el alimento.
Con su mirada lo ha dicho todo,
ha reconocido la voz de la abuelita,
que le piropea, que le dice mil veces…, guapo…!
que lo colma de besos,
lo cambia, lo duerme y le canta nanas,
de ayer, de hoy, de siempre…
Las clásicas y las inventadas,
algunas que ya cantó a su padre y a su tío,
compuestas por el abuelo, ese…

Duerme, duerme, mis brazos te acunan…!  
Duerme, duerme, tu sueño lo cuida la luna…!
Recuerdos que regresan,
trozos de felicidad olvidada,
bellos instantes que hacen
que el corazón salte de gozo
y la alegría se instale
en el rostro de su madre,
que lo contempla extasiada,
sin que hagan falta palabras.
El pequeño FRAN continúa mamando
a pequeños intervalos de tiempo,
a su antojo,
se para y sonríe,
como si algo bonito interrumpiera su sueño,
liviano, acaramelado…
otros cuantos chupetoncitos…
y nada puede ser más hermoso
que contemplar esta imagen,
nada puede ser más bello
que parar el tiempo en este instante

y recrearte en él.


AGRADECIMIENTOS
Dicen que el orden de los factores no artera el producto, en este caso, son personas con las que no hay prioridades, si no cariño y gratitud…

Al ayuntamiento de Fuenlabrada y en especial a la Concejalía  de Cultura por todo el apoyo prestado para que este momento sea una realidad.

A mis Editores (Carmelo Segura y María  Eugenia González Cintas) Entrelineas Editores. A Sandra Vega Martín, correctora y maquetación, a Noelia Salcedo (Dpto. Comunicación) periodista, a todos ellos, gracias y al equipo que forman esta editorial por su especial esmero y cuidado en la elaboración de este libro.

A María José Palacios, mi profesora de los talleres de lectura y escritura, mujer sencilla y dotada de sabiduría con la que aprendo cada día, sobre todo, a tener los pies en la tierra. Ha elaborado un prólogo bellísimo.
Nadie mejor que ella para  dar una pincelada objetiva o subjetiva a este trabajo. Profesionalidad y cariño en cada palabra.

A Marisa Mañana, también profesora de los mismos talleres en ausencia de María José y presentadora de los cafés literarios en Fuenlabrada, ha elaborado una trasera del libro magnifica.
Con ella nos une una amistad de grupo y el comienzo de esta etapa en los talleres culturales.

Al mayor de mis hijos,  Antonio, autor de la fotografía con la que cierro este libro de poemas por estar siempre apoyándome en este proyecto, con sus ideas innovadoras,  para que los versos de este libro lleguen a muchos lectores, un libro viajero que pueda recorrer ciudades, pueblos, estaciones de metro, tren, aeropuertos… un libro de esos que queremos viaje solo, no se quede en estanterías olvidadas y cuya nota de autor nos leerá, al final,  José Tarifa, mi hermano, conocedor de mis miedos y mis inquietudes.

Todavía estamos en el capítulo de los agradecimientos y ahora le toca:

A mi hijo Francisco, autor de la fotografía de portada, por cierto magnifica y de otras que figuran en el interior, todas hechas con un gusto exquisito…

A Paloma, que nos ha dado este nieto tan precioso y ha sido motivo de inspiración de tantos instantes.

A mi familia y a los amigos, los de siempre, los que andan en la lejanía, los que tengo cerca, los de mi Parroquia de Belén, a todos gracias por esas  experiencias que forman parte de momentos que luego reflejo en mi poesía…

También a mis compañeros y amigos de trabajo que siempre han estado esperando este momento, a la Coral Dionisio Aguado de Fuenlabrada, juntos formamos una familia  y, como no, a los compañeros de los lunes y los martes por vuestro cariño y escucha atenta y silenciosa…

Y por último, a Lourdes, mi esposa, fuente eterna de inspiración. Sin ella este libro no estaría en nuestras manos. Vaya para ti toda mi complicidad…
Sabes que…
Tú ya sabes que…

Termino con uno de mis poemas más queridos, escrito una mañana de domingo en la que te asalta la nostalgia y la tierra, reprocha tu ausencia…


Mi tierra 


MI TIERRA

Mi tierra se ha olvidado de mis pasos,
como si no existiera,
como si quisiera rebelarse
con un gesto desairado,
tal vez, porque no me siente cerca.


Se ha olvidado de mi rostro
y se muestra esquiva,
como si no me conociera,
como si quisiera lastimarme
en lo más hondo del alma,
desterrando mis recuerdos,
los que forjaron mi infancia
y también, los de mi adolescencia.


Se ha olvidado de mis palabras,
de mis versos,
llenos de amor, de risas y de tristezas
y no me reconoce cuando le escribo,
ni cuando le digo
que aún en la lejanía,
la sigo sintiendo cerca, muy cerca.

Mi tierra no percibe mis lágrimas
que ahora, en este instante derramo,
se pierden en otros caminos,
por los que deambulo en silencio,
tragándome con un nudo su indiferencia.


No siente los latidos de mi corazón,
ni siquiera los recuerda,
se guarda para sí sus colores,
el verde de sus olivares
y el blanco de la cal,
con la que está pintada mi puerta.


Y el mar que simula su cielo color turquesa,
hermoso y resplandeciente,
cuando con un sol radiante se despierta,
evaporando las gotas de rocío,
sobre la inmensa campiña cordobesa.


Mi tierra está dolorida,
se siente huérfana sin mi presencia,
grita en silencio mi nombre,
me reclama como a un hijo pródigo,
pidiéndome que vuelva
y me susurra sin rencor al oído;


 ¡Aquí están tus raíces!
¡No renuncies nunca a ellas!.


Me acaricia con voz de terciopelo,
seca mi cara,
empapada de melancolía y tristeza,
arropa enseguida mi sueño,
sobresaltado por la lejanía
y esta cruel pesadilla
que como un revulsivo me despierta.


Tal vez, para que no me olvide de mi pueblo,
ese que me ha visto nacer
y al que querré hasta la muerte,
mi fiel y tan querido pueblo;

BAENA…



José Tarifa termina el recital con la lectura de la nota del autor.

NOTA DEL AUTOR

Si encuentras este libro, léeme y deja que mis palabras lleguen a otros, que descubran instantes que pasaron desapercibidos, que rescaten la esperanza cuando se oscurece la mañana, que pueda intercambiar experiencias con quien piensa diferente, soñar  aunque sea despierto, llorar, reír, vivir que es de lo que se trata…
     Vivir y contarlo…
Si encuentras este libro, ponlo en otras manos, en otro asiento y abre alguna pagina, la que más te haya gustado, con la que te identificas, la que marca tu instante, desabrocha algún sentimiento, ahonda en tu corazón, la que te devolvió a la vida, aquella en la que te encuentres con algún beso olvidado, un motivo para el perdón, el calor que necesitas, algún abrazo perdido que quieres recuperar…

Si encuentras este libro, no lo dejes en estanterías olvidadas y lleno de polvo, llévalo a otro compartimento del metro, deja que vuele con la alta velocidad o en un tren de cercanías, o en la estación donde hacer más llevadera la espera, o un adiós te deje el bálsamo de la vuelta, de los besos, de las caricias, de las palabras, de tu compañía…

Si encuentras este libro, no te lo apropies para toda la vida, solo el tiempo necesario para encontrarte a ti mismo en los versos, para curar una herida, descolgar un teléfono y decir lo siento, darle la vuelta a la tristeza de forma inesperada, inusual, mientras escoges tus palabras favoritas, las que te lleven a un recuerdo, a una realidad con la que has soñado en más de una ocasión, a un paisaje en el que nunca te habías detenido a contemplar, recrearte en sus colores, tomar conciencia de lo deprisa que pasa el tiempo, la vida, tan insignificante e importante a la vez… tan valorada y  denostada,  depende en qué franja se encuentre, en qué punto del planeta, en qué página de este libro que ya no me pertenece y a ti tampoco, hombre, mujer, que pasas sus páginas, que lees sus versos, que te identificas con sus historias, con la gente que te rodea, sus luces y sombras, con mi vulnerabilidad de ser humano, que se ha acostumbrado a andar por los caminos, a observar la naturaleza y el corazón y el alma que en mí habitan…

Manuel Espejo Jurado
Fuenlabrada, 10 de octubre de 2.014



















A modo de epílogo...
Marian Oller escribe este magnífico texto lleno de contenido y jugando con los títulos de los poemas...sorprendente y emocionante.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO SABES QUE...de Manuel Espejo Jurado

Manuel,  quiero agradecerte la experiencia tan maravillosa que viví el día de la presentación de tu libro. Era cuestión de tiempo que un poeta como tú publicara su obra. Sé que no será el único, habrá más, porque tienes todas las cualidades de un autor de éxito: eres un gran trabajador, tienes un enorme talento y una sensibilidad que sólo es equiparable a tu generosidad.


Espero que no pierdas la buena costumbre de recitar, porque tu voz es un valor añadido a tus composiciones.

Y ahora paso a contarte, jugando con los títulos de algunos de tus poemas, cómo fue para mí ese momento tan especial en el que todo el mundo estaba radiante y feliz por ti.

CUANDO me invitaste a leer uno de tus poemas...
¿SABES QUÉ?

Me pareció una PROVOCACIÓN. Dios no me ha dado la preciosa voz de Toñi Palomo. ¿Podría superar mi miedo escénico? 


Increíble, pero cierto. Mágicamente, sólo me preocupé de ENTRAR EN LA FUENTE y con todo el cariño del mundo, contarle a todos, aquello que el agua provoca en los que como tú,  la miran con el corazón y la dejan fluir a través de los sentidos.


Ya más relajada, escuché a Vicente recitar melodiosamente sobre los protagonistas de tu querido paisaje andaluz, que no son otros que los OLIVOS.

Después vi como CAEN LAS SOMBRAS, pasan las estaciones y la vida.


Desde la tristeza nos dices ALGÚN DÍA ME IRÉ, no tengas prisa, sigue disfrutando y plasmando tus vivencias en profundos poemas y no dejes de leerlos en clase, es un lujo escucharte cada lunes.


Preguntas ¿CON QUÉ PUEDO QUEDARME?  Yo me quedo con tu generosidad. La presentación fue un éxito por muchas cosas, pero sobre todo lo que más me impactó fue la sorpresa de ver tantos familiares, amigos y compañeros alrededor tuyo. Todos teníamos en común algo grande: tu amistad.


UN INSTANTE QUE NO QUIERO PERDERME. Ver la dulzura en la cara de Lourdes, parando el tiempo en ese instante tan bonito en el que el pequeño Fran, mama y sonríe. Sin palabras, después de escuchar las emocionadas notas de esas bonitas nanas.

Insuperable ese poema tuyo homenajeando tus raíces, tu tierra, tu pueblo, que hizo que todos en ese momento, quisiéramos ser de BAENA.

Y por último el agradecimiento a tu esposa, fuente de eterna inspiración. Y esas palabras cómplices SABES QUE...TÚ YA SABES QUE...Nos dejaban entrever una bonita historia de amor.

Este día siempre quedará en mi memoria.
¡GRACIAS MANUEL!




Marian/13 Febrero 2015 

1 comentario:

  1. Queridxs hermanos más que amigos: no sabemos como la vida nos va reuniendo en el mismo río cuyo cauce confluimos pero afortunada me siento de ser esa porción de agua que se nutre de vuestro cariño y a la vez dejo mi caudal sobre vuestros corazones. Gracias a esta linda familia que sois MPepa, Pepe, Encarnita, Lourdes, Manolo -empatizando con nuestras locuras escritas...-, Marien, JCarlos...hijos, amigos...Me faltaba el peque de la familia -poco roce, pero no hizo falta más- : Paco... Gracias por tu hermoso blog y el cariño que en él depositas. FELICES NOS SENTIMOS DE PERTENECEROS. VOSOTROS YA ESTÁIS TATUADOS EN NUESTRO SENTIR "PA LOS RESTOS" ! Besos mil y abrazos...uf! ;) Vuestra "hermana adoptiva" y esposo <3 <3

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