martes, 2 de octubre de 2012

Para cambiar una ley injusta. Marcha Internacional por la Vida



TEXTO DE MARÍA SAN GIL


La reforma de la ley del aborto debe servir, en primer lugar, para reconocer que el aborto no es un derecho, sino un drama. 

Hoy sabemos, por los avances de la Embriología y la Genética, que la vida humana es única y se desarrolla sin solución de continuidad desde el momento de la fecundación.  Las modernas ecografías en 3d y 4d nos muestran esa vida humana singular latiendo,  moviéndose, riendo y sintiendo dolor.


 Si algo podemos sacar en claro, veintisiete años desde la primera ley de 1985 y un millón y medio de bebés abortados después (¡Toda una generación perdida!), es que el aborto no es un acto médico, sino la extinción violenta de vidas humanas, y no libera a la mujer, sino que, al contrario, muchas veces le causa un daño difícilmente reparable.

 En segundo lugar, creo que la reforma anunciada debe garantizar la protección de toda vida humana, también de la vida humana que va a nacer, tal y como establece el artículo 15 de nuestra Constitución y como interpreta el Tribunal Constitucional cuando dice que el nasciturus es sujeto, también, del derecho fundamental a la vida.

 Ni la ley del aborto vigente, que permite abortar a discreción durante las primeras catorce semanas de vida, ni la anterior, que creó el llamado "coladero" del supuesto del riesgo psicológico, son modelos compatibles con un Estado de Derecho que garantiza los derechos  humanos.

 En tercer lugar, creo que la reforma que preparan nuestros gobernantes debe reconocer que la mujer tiene derecho a una información completa sobre la realidad del aborto, a disponer de alternativas ante un embarazo imprevisto y a ser acompañada y ayudada durante su embarazo.




La oportunidad de conseguir cambiar una ley injusta por una buena ley que proteja la vida humana y apoye a las mujeres está ahí, al alcance de nuestras manos, si somos capaces de expresarlo con una voz clara, serena y alegre el próximo 7 de octubre en la Marcha Internacional por la Vida que se celebrará en toda España.


 Hay más de cien ciudades que participarán el próximo domingo en la Marcha por la Vida. BUSCAR AQUÍ



 Toda mi vida me he resistido con la fuerza de la razón y mis modestos actos al abuso y la violencia.


Decía el gran escritor inglés C.S. Lewis que la libertad ilimitada de hacer lo que uno quiera  se convierte, siempre, en la libertad ilimitada de unos pocos para hacer lo que quieran a los demás. 


Confío en que el próximo 7 de octubre, España dé un paso decisivo para derogar la falsa libertad del aborto, que es solo la tiranía de abusar de la vida de los otros.


 Acepta, por favor, mi gratitud por el tiempo que me has dedicado.


Con un fuerte abrazo,
María San Gil
Comprometida con el Derecho a Vivir"






No hay comentarios:

Publicar un comentario