lunes, 1 de agosto de 2011

fe y razón

UN SOPORTE PARA ANDAR
Por Francisco Baena Calvo

En un mundo fragmentado con grandes fisuras a nivel cultural y social hay un desafío fundamental: ¿dónde cimentar y fundamentar nuestra propia identidad en este tiempo para no sentirnos perdidos y “barcos sin brújula perdidos en el mar”?

Hoy, frente a una sociedad tan competitiva y tan brutalmente cambiante, muchos fundamentan su vida en el dinero y el consumo. El dinero les da seguridad y les hace poderosos en esta sociedad, tan brutalmente cimentado en el capital.

Otros fundamentan su vida en la ciencia como la única vía del conocimiento capaz de dar respuesta eficaz al hombre y una construcción sapiencial al margen de la superstición y del retroceso, aunque deje al margen grandes dimensiones humanas.

Pero sinceramente estoy convencido que hay una sola piedra angular capaz de armonizar todos los elementos y dar una cohesión equilibrada, sin riesgo a perder nada de sí mismo y alcanzar pautas sublimes de perfección y en favor de la solidaridad y de la humanidad misma. Esa dimensión no puede ser otra que la dimensión religiosa.

La dimensión religiosa “religa” al hombre con Dios, el único dador de sentido global último a la vida y da respuesta convincente a la propia existencia, al curso de la historia y al conjunto de la realidad.

La dimensión religiosa jamás rechaza de cuanto humano hay en la realidad y en el hombre mismo, armoniza la fe y la razón con una alianza no exenta de conflictos pero que las convierte en dos alas en favor de la libertad y de la verdad, da razones para vivir en medio de una cultura cada vez más cambiante y más fugaz, remite nuestra existencia más allá de ella misma dando soporte al ansia de felicidad y de eternidad que tenemos todos los humanos... En definitiva, la única dimensión capaz de serenar el corazón y mantener vivos nuestros sueños, confiando en la humanidad y en el futuro más solidario para los demás.

Francisco Baena Calvo
Sacerdote y amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario